A mi hijo pequeño le encantan los pasteles y resto de postres de nata y fresa, y hemos negociado para que cuando llueva, le haga uno con un máximo de dos al mes, porque si por él fuese, comeríamos pocas cosas más.
Aparte, a mi me gusta hacer referencia de lo que se va a comer en la presentación del plato, con lo que sin darme cuenta, me vi haciendo continuamente pasteles, batidos, cupcakes, tortitas y demás dulces blancos y rosas.
Esta es una de las tartas que le he hecho.
Y claro! tanta nata y tanta fresa, tanto chantilly y azúcar molida, acaba haciendo mella y un buen día te levantas con unas ganas irrefrenables de pintar algo tan dulce y tan rosa como un pastel de nata y fresa.
Para hacerlo todo todavía más dulce, le he hecho el expositor que creo que le vendría de perlas, aunque confieso que el conjunto ha quedado para dar una subida de azúcar si lo miras mucho rato.
Bromas aparte, espero que os guste, porque como no tengo niñas y yo lo dejé de ser hace mucho tiempo, no sé si a ellas les gustará.
Están pintadas y tratadas a mano, son mucho más impermeables que sin tratar y aunque se puede quitar el lazo, está estratégicamente puesto donde no va a molestar para calzarse.
by Bouba